"A mi mismo y en Granada, me han insultado al grito de ¡catalán!"
O sea, todo un ex-presidente del gobierno reconoce (y no sé si hasta acepta) que, en España, "catalán" es un insulto.
Muy bien. Y luego se quejan que los catalanes nos sintamos atacados por España... y hacen todo tipo de aspavientos y alharacas cuando nos quejamos. Y nos acusan de victimismo, etc.
Vale, hijos, pues ya nos vamos y os dejaremos tranquilos. Y como yo no quiero prostituir la palabra "catalán", cuando os quiera insultar os seguiré llamando "bastardos castellanos e hijos de la gran puta" (*).
¡Que donde las dan, las toman!
Coronel Von Rohaut
(*) Con lo cual no estaré insultando a todos los castellanos, lo que sería temerario y hasta inapropiado por mi parte, si no solo a aquellos que, pobres, sean hijos de una señora ramera o, como decía el Camilo José Cela, "izas, rabizas y colipoterras".
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